Empiezo este post con un dato apabullante: en la superficie de la Tierra, la densidad de potencia incidente debida a la energía emitida por el Sol, tras atravesar la atmósfera, es de 1.366 W/m2, valor que se conoce como Constante de Irradiación Solar y permanece casi inalterada en el transcurso del año, debido a que la radiación solar varía poco de un mes a otro.
En otras palabras, la cantidad de energía solar que llega a la superficie de la Tierra es gigantesca. Si se utiliza el dato anterior para calcular la cantidad total de energía que incide sobre la superficie de la Tierra cada año, esa energía es 1,1 x 1018 kWh, que es ¡7.000 veces el consumo mundial de energía primaria! Por esta razón, podemos considerar que la energía solar es la fuente de energía renovable más valiosa y el recurso más capaz de desplazar los combustibles fósiles en un mundo libre de emisiones. Esto lo ilustra de manera muy llamativa la figura siguiente: