Hay un debate abierto desde hace un tiempo a propósito de nuestro modelo energético, de qué podemos hacer para lograr una energía más barata, más limpia, más independiente, etc.
En la actualidad, hay dos grandes modelos energéticos atendiendo a la generación de la energía eléctrica: el centralizado, el más frecuente en los países industrializados, en el que grandes centrales producen la energía que luego se reparte por el territorio mediante una extensa y compleja red de distribución; y el distribuido, en el que una parte significativa de la generación ocurre cerca del punto de suministro, ya que la producción correo a cargo de los pequeños consumidores, mediante instalaciones de tamaño reducido. La figura ilustra y compara las características más relevantes de ambos modelos:
