Episodios trágicos como el vivido la semana pasada en la calle Toledo, en el centro de Madrid, con la explosión debido a una fuga de gas –hipótesis más probable que manejan los peritos e investigadores hasta la fecha– nos conducen de manera habitual a abordar la importancia del mantenimiento adecuado de las instalaciones y aparatos, en este caso de calefacción y gas.
Como ocurre con los coches, velar por el buen estado de los equipamientos es una condición fundamental para moverse con seguridad; por ello, de manera periódica nos dirigimos al taller con objeto de realizar las acciones precisas para que nuestro vehículo no sea un peligro para ocupantes y terceros. Nos duele el bolsillo, pero es un elemento que salva vidas y bienes.