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Sostenibilidad financiera y stocks

Por Miguel Ángel Jiménez

Incertidumbre parece ser el término más citado en foros y reuniones corporativas. El incremento de los costes de diversas materias primas (si bien algunas ya están disminuyendo), los niveles desorbitados en los precios de la energía y el impacto de las dificultades en la cadena de suministro convergen en un escenario más que complejo.

Los fabricantes y proveedores del sector HVAC, como en otros ámbitos industriales, se han visto obligados a llevar una parte de esa subida de costes a sus tarifas. Ya comenté en otro post que solo en el primer trimestre de este año se actualizaron una media de 30 tarifas por semana, según los datos de Telematel; además, las mayores fluctuaciones de precios se produjeron en los sectores de material eléctrico (71 % de referencias) y climatización (un 69 %).

En este sentido, en las organizaciones empresariales adquiere una importancia vital el poder trasladar los incrementos de los costes al mercado. Es más, es clave que los equipos comerciales sean capaces de explicar esta situación a los clientes, a la distribución y al resto de actores con transparencia y claridad. Esta cuestión se puso de manifiesto en la II Mesa Redonda intersectorial que organizó C de Comunicación en Madrid ayer, 29 de noviembre,  con una decena de directivos de distintos ámbitos. Joan Ferrán, director comercial de Prysmian Group, fabricante de cables y conductores, lo resumió así: “Es preciso hacer pedagogía con los clientes ante esta nueva realidad”.

Incremento de stocks como solución

Nos hallamos pues en estas nuevas realidades de los costes, donde ya no se va a volver al nivel de precios pre-COVID. Por ello, se requiere conductas distintas, enfoques diferentes. Se trata de una cuestión fundamental y que podría definirse como “sostenibilidad financiera” de las empresas, como apuntó Ferrán.

Por otro lado, uno de los efectos de este contexto, que se agudizó tras el conflicto en Ucrania, es que muchas organizaciones han optado por aumentar los stocks de producto, en previsión de nuevas subidas de precios, pero sobre todo por los retrasos en el suministro de equipos; una situación que se ha enquistado y que muchos clientes aceptan. Es decir, mejor reducir la liquidez financiera y así disponer de márgenes de existencias para atender la demanda de los clientes, parece que han pensado numerosos directivos.

Ante los retrasos en la cadena de suministro de diversos productos, numerosas empresas están apostando por aumentos los volúmenes de stocks, lo que entraña riesgos financieros.

Flexibilidad y adaptación al mercado

Sin embargo, apalancarse, aumentar la deuda financiera, por razones de stock sigue implicando muchos riesgos para una empresa, sea fabricante o distribuidor. ¿Qué va a ocurrir en los próximos meses con el sobrestock que mantienen muchas empresas y la compra excesiva que ya se ha realizado?, ¿veremos salidas de productos con ventas a la baja para dar salida a las existencias?

Una de las claves para, al menos, no errar en estos cálculos, es que las empresas deben esforzarse en ser organizaciones más flexibles, seguir muy de cerca la actividad de los clientes y los movimientos de mercado para afinar en el manejo de stocks; una comunicación estrecha y de confianza con los partners ayuda mucho en este sentido. La adaptación rápida al mercado y la agilidad en la respuesta y atención al cliente se convierten en factores mucho más importantes si cabe. Mejorar la flexibilidad de las empresas es uno de los retos clave para el futuro próximo.

Por último, quiero agradecer a todos los directivos que participaron en la II Mesa Redonda intersectorial de C de Comunicación, con el apoyo de Schneider Electric, por su valiosa contribución, su franqueza en las opiniones y sus enseñanzas.

 

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