Inicio / Opinión / Miguel Ángel Jiménez / Un gran lobby del colectivo de instaladores

Un gran lobby del colectivo de instaladores

Los periodistas acostumbramos a repetirnos, así que vaya por delante mis disculpas. Retomo aquí un asunto que he tratado en varios artículos pero que vuelve de manera tozuda a la actualidad: la necesidad de contar con una única organización que aglutine a todo el colectivo de instaladores, de distintos ámbitos o perfiles (electricidad, climatización, gas, telecomunicaciones…).

Es un tema que, cual corriente subterránea, sube a la superficie de vez en cuando. En esta ocasión, ha regresado al primer plano a raíz de las declaraciones vertidas por Jaume Alcaide, reelegido en fechas recientes como presidente de la Federación de Gremios de Instaladores de Cataluña (FEGiCAT); Alcaide reclamaba tras su reelección la idoneidad de crear una única federación española que represente a los instaladores en todo el país. Una postura que responde al creciente acercamiento de las disciplinas en las que trabaja el instalador.

Los profesionales se enfrentan en el contexto actual a una situación complicada, agravada por la pandemia, con problemas como el intrusismo o la escasez de técnicos cualificados, que precisa de asociaciones fuertes y cohesionadas que defiendan sus derechos ante distintos actores, sean públicos o privados. Y que además les aporten una serie de servicios muy importantes en su actividad: formación, asesoramiento, trámites. etc.

Instalador de aire acondicionado durante un trabajo (fuente AGREMIA).

Interlocución de los instaladores con la Administración

En este sentido, cobra relevancia la idea de que la unión de las dos entidades nacionales, FENIE y CONAIF, permitirá subir un escalón para ganar más capacidad de negociación y de influencia, en especial con las distintas Administraciones Públicas. No hay que olvidar que estamos en un sector muy regulado, tanto con normativas nacionales (en muchos casos procedentes de la Unión Europea) como autonómicas e incluso con reglamentos locales. En España, cada pequeña parcela de poder tiene su negociado, y una organización sólida del colectivo instalador puede allanar caminos y deshacer obstáculos.

Por ello, el dicho “la unión hace la fuerza” gana enteros a la hora de la interlocución con la Administración; pero también cuando toca hablar con los grandes operadores (comercializadoras de energía, compañías de seguros…). Las asociaciones provinciales y las citadas CONAIF y FENIE están llevando a cabo una enorme labor en este sentido, pero a veces los resultados no son los deseados.

Personalismos y bien común

No está de más recordar que hace unos cinco años se produjo un intento de crear una federación nacional, a partir del resultado de la integración de FENIE y CONAIF. Las intenciones que se plantearon eran muy razonables, pero el proyecto no llegó a buen puerto. Prioridades diferentes, algunos personalismos y distintos puntos de vista alejaron las voluntades.

Sin embargo, la unión de dos organizaciones de estas características, aun cuando conservaran una autonomía razonable dentro de su ámbito, sería un enorme paso adelante. El colectivo de instaladores eléctricos, de climatización y telecomunicaciones sumaría una fuerza mayor; se erigiría en un actor de peso con el que contar y que tendría más poder de influencia.

Quizás sea el momento de pensar en el bien común de los profesionales, olvidarse de protagonismos personales y buscar vías de colaboración y entendimiento; solo así se podrá realizar una mejor labor de representación de los instaladores, que tienen muchos frentes abiertos a día de hoy. Quizás sea hora de cambiar y probar otras fórmulas.

Su opinión también es importante. ¡Cuídense mucho!

Notificar nuevos comentarios
Notificar
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Scroll al inicio