Cuando trabajaba en PriceWaterhouse, cada día soñaba con tener preparado en la mesa un café recién hecho de la cafetería por donde pasaba de camino a la oficina. Soñaba con ese café calentito cada mañana, pero los atascos de Madrid y las colas en la cafetería me lo impedían. En lugar de eso, llegaba a la oficina y sacaba un café horrible de la máquina.
5 cosas que puedes copiar a Leroy Merlin
Hace 1 semana que desayuné con Ignacio Sánchez, archiconocido en el sector como director de Leroy Merlin. Con motivo de la presentación de los resultados de 2016, habían convocado a algunos periodistas entre los que estaba, por supuesto, mi compañera Marta Jiménez, directora de Cuadernos de Ferretería y Bricolaje. Y yo, que tengo poco de periodista pero mucho de usuario exigente y mucha sed de aprender, me apunté al ‘sarao’. Además, tenía que contarle a Ignacio mi última experiencia en Leroy que me tenía bastante enfadado.
Te lo digo: aquí manda el usuario
Soy un novato en el sector de ferretería y bricolaje. Un novato, eso sí, con muchas ganas de comerme el mundo. Un millenial, un (casi) nativo digital, un adicto a las redes sociales y a Netflix y que no ve la tele más que cuando hay Champions. Me encanta viajar y casi nunca me hospedo en hoteles, sino en Airbnb. Compro ropa en las tiendas del centro de Madrid, pero cada vez menos. Ahora que estoy a punto de independizarme, compro mucho en IKEA pero también en Ferretería Venecia. Comparo precios en las webs de Leroy Merlín y Bricor, pero no compro sin antes analizar las opiniones de Amazon y las reviews de YouTube.