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Zurcidos contra el fraude

Por Aitor Peña

El pasado mes CdeNeumaticos asistió a la presentación de la iniciativa #stopalfraudeneumaticos en la que encontré unidos a todos los operadores del sector. Los dos sistemas integrados de gestión, Signus Ecovalor y TNU, José Luis Rodríguez secretario de la Comisión de Fabricantes de Neumáticos, y Adine (Asociación Nacional de Distribuidores e Importadores de Neumáticos) como promotora de la campaña. También se sumaron con su presencia el resto de entidades del sector Aer, Conepa, Ganvam, Open y Cetraa.

Todos sumados a los lemas “compra legal, exige transparencia” y  “stop al fraude en la importación de neumáticos no declarados”, un asunto espinoso ya que un 18% de los neumáticos que se importan no son declarados. Se ocasiona una cadena de trastornos que van desde problemas medioambientales al incremento de talleres ilegales pasando por el consecuente fraude a las arcas de la Hacienda pública y un problema intrínseco de la competencia desleal frente a otros distribuidores de neumáticos que si declaran y pagan.

Se apuntó que los más de dos millones de ruedas que se cuelan probablemente desde Centroeuropa no cumplen con la normativa, y suponen un fraude de unos cinco millones de euros por no recaudar la ecotasa. Chocolate del loro para un Estado preocupado por los desmanes de la corrupción pero un pico reseñable en nuestro sector. La subdirectora general de Residuos del Magrama,  María José Delgado Alfaro, adelantó que se pretende incluir un registro para mejorar la trazabilidad del neumático y controlar así estas importaciones fraudulentas. Lo que requiere irremediablemente una buena colaboración entre las administraciones autonómicas, ya que existe una polarización entre las diferentes comunidades. Parece que por algunos territorios se filtran mucho más neumáticos que por otros.

Y terminada la rueda de prensa visité al taller amigo -recordareis que tengo pendiente la renovación de las cubiertas tras las vacaciones- y revisando el catálogo de ofertas pensé en silencio sin querer importunar al empleado: – ¿Serán legales estos neumáticos?

Sorprendente solución, ya que no hay manera que el punto de venta conozca el origen de estas marcas que ofrece. Han podido pasar de mano en mano  sin que la verificación de su legalidad y ecotasa aparezca en la factura. Y el taller no tiene forma de saber si el producto que vende ha sido declarado.

Lo que me resulta definitivamente llamativo es que el usuario tampoco lo pueda conocer. No me considero adalid del consumidor excelso pero rodar sobre caucho ilegal puede llegar a ser un asunto espinoso.  La responsabilidad de librar al cliente de tal culpa debe recaer en el sector y, ahora que está tan unido, parece decidido a coser las brechas de la importación. ¡Costureros tan necesarios para el país!

 

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