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La logística se pone como una moto

La logística está algo más que de moda. Es el ser o no ser de la mayor parte de las actividades económicas. Es estratégica para los negocios que comercien con bienes físicos, que son la inmensa mayoría. Y es vital para el canal de comercio electrónico, que todo lo empapa. Además, debe asumir el reto de hacer compatible todo eso y el flujo de bienes que se mueven de un punto a otro de la cadena de suministros en un entorno sensible. Por eso la logística se ha puesto como una moto.

Y no es que se haya sobrexcitado por un protagonismo cada vez más reconocido. Ni tampoco porque hayamos pasado, en apenas un lustro, de la experiencia de compra en las tiendas físicas, el escenario en el que había que ganarse a los clientes, a la experiencia de entrega (básicamente de compras on-line) que es tanto como decir la experiencia de la logística cara al cliente o consumidor. No solamente.

La logística se ha puesto como una moto porque ha aceptado un nuevo desafío: seguir siendo flexible, también adaptable y, además, ser medioambientalmente sostenible. O mejor: hacer que un entorno donde las mercancías se mueven cada vez más en grandes, pero sobre todo en pequeños volúmenes, y en altas frecuencias, no pague por ello la alta hipoteca de la contaminación viaria: suciedad, polución y ruido. Y ahí ha encontrado un aliado: la moto eléctrica. Y en términos más generales los vehículos de dos y tres ruedas: bicicletas manuales o asistidas, triciclos y velocípedos.

Las motocicletas eléctricas de baja cilindrada (scooters) ya son utilizadas, en flota, por las empresas de distribución de paquetería. Como también las otras alternativas de dos y tres ruedas. Sus ventajas son tantas (económicas, de uso, de carga de batería, de escaso ruido, flexibilidad, espacio necesario, etc.) que en ese segmento de la baja cilindrada las motocicletas accionadas eléctricamente son ya las líderes de su mercado, por primera vez en 2017, y por encima de sus hermanas de combustión interna.

Más actores para la alianza entre logística y moto

Además, especialistas en la fabricación de esos vehículos como Torrot, plataformas de servicio de entregas de proximidad con flotas “motorizadas eléctricamente” como Revoolt, o las grandes paqueteras (Seur, DHL, Correos, etc.), están ya incorporando la digitalización a los vehículos de dos ruedas, lo que significa mejor gestión, más eficacia y más satisfacción para el cliente.

Todo ello en un escenario en que actores como la asociación española de vehículo eléctrico (AEDIVE), la patronal nacional de logística y transporte (UNO), nuevos modelos de negocio como los de los “silos” urbanos al servicio de couriers y operadores que propone Logiprime, e inciativas privadas como las de Pons Seguridad Vial, procuran estructurar un nuevo discurso para engarzar las restricciones que imponen ayuntamientos y entidades regionales en busca de un entorno más verde, con  la nueva realidad que tiene a la logística como protagonista.

Por eso no extraña que la logística se ponga como una moto y lo haga, invitada por primera vez (a través del colectivo de UNO), a una jornada sobre la motocicleta en las ciudades, que se ha celebrado esta pasada semana en el marco del Gran Salón de la Moto de IFEMA (Madrid).

La logística: ¡que se nos ha puesto como una moto! Y con razón.

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Andrea- software de clima laboral
Andrea- software de clima laboral
10/03/2021 20:06

Es sumamente interesante el enfoque que se le da al tema. No dejen de subir artículos como este.

La logística se pone como una moto
La logística se pone como una moto
10/04/2018 12:41

[…] La logística está algo más que de moda. Es el ser o no ser de la mayor parte de las actividades económicas. + Info C de Comunicación […]

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