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Hablar de uno, aunque sea bien

El II Foro sobre el Talento en el Sector de la Logística, y también en el transporte, ha dejado unas cuantas conclusiones que hemos venido desgranando en nuestro boletín de noticias y que se pueden ver en nuestra web donde también se puede encontrar un vídeo resumen al respecto.

No hubo demasiadas sorpresas respecto al I Foro de 2016. La mayoría de los deberes de este reto que se llama atraer y retener el talento en un macro sector –logística + transporte- cada vez más necesario y presente en la sociedad (ahí está el comercio electrónico y sus irrenunciables necesidades logísticas), siguen siendo asignaturas pendientes.

Sin embargo, sí ha habido un expresión llamativa y consensuada por todos los participantes en la mesa redonda final. A la postre representantes de sobrado conocimiento con un enfoque diferente –según su actividad- que por ello resultaban en una suma enriquecedora. Y fue esta: la logística y, especialmente, el transporte en España tienen la costumbre de hablar mal, muy mal de sí mismos. Así ¿quién atrae talento?

Siempre he oído que una de las idiosincrasias más arraigadas entre nuestros compatriotas (y no voy a entrar en otros territorios fangosos y malolientes, hoy no) es que hablemos indefectiblemente mal de nosotros y nuestras cosas. Vamos, pasarnos con la crítica desde lo constructivo a lo mordaz, y de ahí a lo destructivo y demoledor, sin dejar títere con cabeza.

Logística y transporte serían así cumplidores de la máxima que asevera: “quien a los suyos parece, honra merece”.

Construir y no destruir

No me parece nada honroso, en absoluto, expresar con vehemencia destructora las cuestiones menos relevantes y sobresalientes, los fracasos y logros comparativos aún no alcanzados, mientras se obvian y reducen en importancia los avances, consecuciones y progresos. Tampoco nos vayamos al extremo contrario del “qué guapo soy, qué tipo tengo”, dejemos eso para ególatras impenitentes tipo CR7.

¿No hay nada entre los dos extremos? Creo que sí. Este sector tiene muchos y mucho por lo que presumir. Pero no vale de nada que, únicamente, sean otros los que lo descubran. Entonces quizás ya sea tarde para traer hasta aquí el talento que contribuya a su desarrollo. El reconocimiento de las propias carencias es el primer paso para superarlas, la “cura” y aquí, como en Houston, tenemos un problema de exceso crítico, de quejas y “llantos”, cuando no de exabruptos públicos y notorios.

En el II Foro de Gestión del Talento que pone en marcha IMF (en el que colaboramos, más o menos provocándolo, desde su génesis) y que actualiza el Observatorio anual sobre el mismo tema, se ha dado un importante paso al ser marco para que representantes de colectivos, empresas y expertos en distintas disciplinas reconozcan alto y claro que: “así, no”.

Pongamos las cosas en valor y los valores como cosas con las que se puede hacer palanca. Con ello la logística y el transporte se verán desde fuera como un sector tan lleno de oportunidades y futuro como pocos. Las estadísticas lo aseguran, y empecemos por ahí, que no parece tan complicado.

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Eduardo Escribano García Bosque
Eduardo Escribano García Bosque
02/10/2017 13:00

La Logística y el Transporte ¿no sabía que eran dos actividades diferentes?

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