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Un cazador de Pokemon en el sillón de Fomento

Tenemos chico nuevo en la oficina. Que es lo mismo que decir que tenemos ministro nuevo al frente de Fomento: Íñigo de la Serna. Un chico de Bilbao que, como los de Bilbao, nacen y se hacen donde quieren, pues ha pasado casi toda su vida y se ha hecho mayor, no mucho -45 años- en otro lugar no muy lejos, en Santander, donde era regidor hasta ahora. Quizás por esa juventud, se le vio este verano en la playa de la Magdalena “cazando Pokemon”, o eso se deduce del selfie virtual que se hizo con uno de esos bicharracos igualmente virtuales. Lo que está muy bien para un rato de asueto y evasión en la canícula santanderina y en su Semana Grande. Ahora toca, sin embargo, empaparse de realidad. Y de la buena.

El listón está muy alto en el Ministerio de Fomento. Alto, por abandono. Ahí lo dejó la ahora presidenta del Congreso, Ana Pastor. Al menos, de la Serna es Ingeniero de Caminos y algo sabrá de esto. Pero va a necesitar mucho esfuerzo y sudar la camiseta mucho más de lo que lo hizo en la carrera popular de Santander hace unas semanas, de la que también subió a la red testimonio gráfico.  Y quizás tampoco le venga mal la ayuda de la supercampeona de salto de altura Ruth Beitia, con la que compartió otra instantánea twittera el pasado 7 de octubre.

El nuevo ministro ha gestionado una alcaldía rica y una ciudad “guapa”, siempre con el apoyo incondicional del banco homónimo de la ciudad y de la familia Botín. Ahora llega a un Ministerio de gasto, pero en la UVI, paupérrimo de pensamiento y hechos: por sus obras los conoceréis. Parches y proyectos. Eso es lo que se ve.

Y no ha tardado mucho en formarse una cola a sus puertas: “¿Qué hay de lo mío?”. El mismo día de su toma de posesión, algunos colectivos como el de transporte internacional ya lanzaba este anhelo cargado de declaración intenciones, junto con su bienvenida: que el transporte esté entre las prioridades de Fomento y de su ministro.

Pero hay un reto mayor, que seguramente resume todos los demás y ha sido el “gran bluf” de la etapa de la “doctora Pastor”, que nos mandó aspirina con una palmadita maternal en el culo cuando lo que tenemos es apendicitis aguda. Para eso el tratamiento e intervención quirúrgica aconsejada se llama –o se llamaba- Estrategia Logística. Dos palabras que resumían una gran idea para articular y dar sentido transversal a la logística en España, pero que visto lo visto suena ahora igual de incomprensible que otras dos que dijo Jesulín de Ubrique: Im presionante.

Excelentísimo señor don Íñigo Joaquín de la Serna Hernáiz, ministro de Fomento: rescate la Estrategia Logística de España, hágalo pronto, por favor. El sector al que se refiere y el país la necesitan. Por una vez teníamos una bien idea y a nadie le parecía mal. Pero, por favor, si prefiere hacer borrón y cuenta nueva, por lo menos no prometa lo que no vaya a hacer, no deje su puesto por otro a las primeras de cambio y tómeselo en serio, que no es mucho pedir.

Suyo afectísimo

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