La feria Matelec, celebrada la semana pasada en Madrid, ha sido un ejemplo palmario de las oportunidades que surgen cuando pensamos en un mundo conectado.
Las ciudades y edificios inteligentes, el autoconsumo y la eficiencia energética o el vehículo eléctrico generan múltiples oportunidades para el sector de ferretería, bricolaje y suministros industriales.
Sirva de ejemplo una cifra: 20.000 millones de sensores van a ser colocados en los próximos años en todo el mundo. Alguien tendrá que venderlos y colocarlos.
Prescripción y valor
Si se tiene en cuenta que se trata de productos que aportan valor a otros que ya venden los distintos canales del sector y que requieren un cierto nivel de prescripción, la idoneidad para ser vendidos en ferreterías, centros de bricolaje o suministros industriales especializados es evidente.
Algunos ya han dado el paso y cuentan con propuestas de valor para la distribución especializada. Assa Abloy-TESA- con toda su gama ENTR, para el control de accesos a la vivienda. O Imprex, con su programa Garza Smart Home, que aprovecha los aparatos Google Home, Alexa, etc. para convertir fácilmente productos analógicos en digitales. O Simon Brico, con su gama domótica especialmente pensada para el canal de ferretería y bricolaje.
Paseando por Matelec me he encontrado con algunos compradores del sector que valoraban incorporar a sus surtidos productos domóticos. Pocos, para ser sincero. Sorprendentemente pocos para el enorme mercado que ya se está abriendo, que crecerá de forma rápida en los próximos tres años y que está esperando operadores que ayuden a desarrollarlo.
Las oportunidades pasan, como los trenes. Las coges al vuelo o las pierdes. Ójala que el sector sea capaz no solo de aprovecharlas, sino de liderar un mercado que contribuirá a mejorar la vida de las personas y elevar el confort en los hogares y los lugares de trabajo
Feliz semana