Qué es una ferretería. Esa pregunta quedó en el aire durante la Mesa Redonda que, para reflexionar sobre el futuro del sector, moderé el viernes pasado en el seno de la Jornada que AECOC celebró con el título “Tendencias del sector de ferretería y bricolaje”.
La controversia surgió cuando Venancio Alberca, director general de Cofan, asimiló el modelo Urban, de Leroy Merlin, a una ferretería de siempre. Juan Carlos Morata, director de operaciones comercial de Leroy Merlin, discrepaba de la apreciación de Venancio y remitía a los participantes de la Jornada al reportaje que Cuadernos de Ferretería y Bricolaje había publicado en su número 55, correspondiente a septiembre de 2018, para valorar si les parecía una ferretería o no.
No es la primera vez que el debate surge espontáneamente en un foro del sector. Unos, como el director general de Cofan, reivindican la ferretería como un vocablo de plena actualidad. Otros, como los directivos de Leroy Merlin, consideran obsoleto el concepto y ven la ferretería -también el bricolaje- como una sección más dentro de un sector más amplio que incluye todos los artículos y materiales para el mantenimiento y mejora del hogar.
Qué es ferretería para las instituciones
Llegados a este punto, veamos qué dicen las instituciones públicas al respecto: La Real Academia Española de la Lengua (RAE) define ferretería como la”Tienda donde se venden diversos objetos de metal o de otras materias, como cerraduras, clavos, herramientas, vasijas, etc.”
A efectos de IAE, la ferretería está encuadrada en el Grupo 653.3. Comercio al por menor de artículos de menaje, ferretería, adorno, regalo o reclamo (incluyendo bisutería y pequeños electrodomésticos)
Este epígrafe comprende el comercio al por menor de artículos de ferretería, trefilería, cerrajería, herrajes, metalistería; tornillería, jardinería, grifería, sanitario, cuchillería y sus similares cortantes, herramientas de todas clases sean o no eléctricas, así como sus accesorios y recambios, maquinaria electro-portátil, instrumentos de metal, artículos para unir, pegar y soldar, material de protección personal, material eléctrico y de fontanería, pintura, artículos y vestuario profesional para la protección personal, artículos de seguridad, lubricantes, aceites de uso industrial y engrasadoras, cubertería, artículos de mesa y cocina, siempre que en su fabricación no se empleen metales preciosos, aparatos de uso doméstico sean o no eléctricos, llaves en bruto y mecanizadas, estanterías, bancos de trabajo y armarios metálicos, pequeña maquinaria a pie de obra, tableros listones y otros artículos de madera para el mantenimiento y mejora del hogar, materiales envasados para las reparaciones de albañilería, utensilios de plástico y materiales para la práctica del bricolaje.
Asimismo, este epígrafe faculta para el duplicado de llaves, así como para la venta de cordelería, efectos navales y gas.
En puridad, pues, el Leroy Merlin Urban de Raimundo Fernández Vilaverde o los Akí de Alcalá, Bravo Murillo o López de Hoyos no dejan de ser comercios de ferretería.
La clave, el consumidor
En mi opinión, la clave se encuentra no en el nombre que demos al establecimiento -ferretería, centro de bricolaje, bazar,…- sino en la experiencia que este transmite al cliente. Y, en ese sentido, la ferretería, en su acepción más clásica, hace tiempo que no consigue transmitir experiencias adaptadas a los gustos y exigencias de consumidores y usuarios, sobre todo, a los más jóvenes.
No se trata de discutir sobre lo que es o no una ferretería. Reivindicar o abominar de la palabra no lleva a ningún lado. Conseguir que el establecimiento, se llame como se llame, atraiga a consumidores y usuarios debería ser el objetivo.
A mí, como usuario, me importa bien poco si mi tienda de confianza se llama Ferretería Manolo, Cadena 88, Optimus, Ferrokey, FerrCash, Clickferr, Coarco, Ferrymas, Leroy Merlin Urban, Akí, Brico Depot, Bricocentro o como quiera que sea. Compraré allí donde encuentre el producto que busco, a un precio razonable, de mercado; donde me atiendan bien, me den facilidades para devolverlo si no cumple mis expectativas; encuentre otros productos o materiales interesantes que me inspiren y, en definitiva, donde mi experiencia de compra sea excelente.
Feliz semana
Gracias Francisco, me encanta tu comentario.
Si a ese espíritu le añades una tienda atractiva, bien surtida, con marcas de garantía, etc.tu apuesta es ganadora.
Al leer este post vuelvo a la pregunta que siempre me hago y que tambien hago a proveedores y amigos….”En esa gran superficie de Bricolage te echan esa mano para que tu proyecto o reparacion sea casi al 99.9% lo que tu querias ?…¿En esa superficie de “ferreteria” puedes llegar con la cara desencajada diciendo “me hacen falta un tornillos para el cultivador..esos que tu sabes Fran” …? Como poder puedes, otra cosa es que mientras se aclaran si es de jardineria o tornilleria, o llaman al responsable 52, tu estas que te subes por esas grandes paredes llenas de carteles muy chulos… y con amantes del bricolage con grandes sonrisas (Yo no tengo sitio para carteles) …pero tengo tus tornillos..los que tu sabes que yo tengo, y que si me llamas a mi movil a 5 minutos del cierre o icluso con la persiana bajada me quedo esperando para que mañana tu puedas empezar tu jornada sin mayor problema. Y si esas grandes superficies tienen esa hora feliz del cafe gratis…yo te invito a ese cafe y nos miramos a los ojos diciendo…vaya rachita llevamos..no?.deja que hoy pago yo. Manolo y Benito decian…”Albañil y pensador”…nosotros..”Ferreteros y ayudamos en lo… Leer más
Pues yo creo que una ferreteria es un negocio en el que al frente de el ,hay un ferretero. Por eso Leroy no es una ferreteria.
IAE contempla la venta de pintura? Yo creo que no
un saludo
No puedo estar más de acuerdo con vosotros. la clave está en el usuario y en cómo le tratemos y le hechicemos, ya confianza que seamos capaces de transmitirle. Ahor a eso se le llama “hiperespecialización ” e “hiperservicio”. Llámale ferretería, “Arca de Noé” o como quieras, pero aplícate el cuento.
Un bonito simil el utilizado por Pedro, y muy apropiado a estos momentos que vivimos.
Yo creo que nos llamen como nos llamen, lo importante es dar el mejor servicio con producto y atención.
Ya hace años oí una expresión que me quedó grabada:
“aquella tienda es como el ARCA DE NOE, hay de todo”
En nuestras tiendas, considero que tenemos que tener de todo, y también perder un poco de tiempo con esas “consultorías”. Seguro que dará sus frutos.
Un saludo a todos.
Estoy de acuerdo contigo, Juan Manuel, en que lo importante no es el nombre del establecimiento y pienso que seguramente ambos directivos de Cofán y de LM urban tienen su parte de razón. ¿un gastrobar es un bar?, técnicamente sí, en ambos puedes tomarte una cerveza o un vino ¿pero son iguales?, la gente que va a uno u otro pueden ser los mismos, dependiendo del momento y necesidades pero seguro que cuando van a uno u otro buscan cosas diferentes. Cuando quieres unos tornillos los puedes comprar en cualquiera de los formatos, ferretería pequeña de barrio, bazar o LM Urban, pero cuando lo que buscas es que alguien te asesore o te de ideas de como crear un ambiente en una habitación, hacer un mueble para ese habitación, o colocar unas baldas, entonces buscas algo más. ¿Son compatibles ambos formatos?, desde mi punto de vista sí, ambos son necesarios pero cuando mueves el árbol no todas las frutas aguantan.
Buenos dias,
Ademas deberian añadir algo mas:
“Consultorio psicologico de “inventores” sin prisas, entendidos en materiales y mecanica de la maquinaria, …”
Pero la verdad es que nos hacen mas ameno el dia, jajaja
Espero que todos lo acepten como la broma que es.