Como ya sabrán muchos de los lectores de este blog, hace unos días se celebró en Madrid una mesa redonda organizada por C de Comunicación en la que participaron una docena de agentes comerciales multicartera de todo el país. Es fácil ponerse de su parte, de la de los agentes comerciales.
Por naturaleza, tienen una habilidad innata para empatizar con su interlocutor. La experiencia que acumulan tras años de patear la calle se conjuga a la perfección con su capacidad natural para argumentar razones y defender puntos de vista ajenos, por los que les pagan. No hay nadie que conozca mejor que ellos los intríngulis de cada negocio, ni quien sepa perfilar con mayor detalle la personalidad de sus clientes.
Todo ello se traduce en un riquísimo acervo que no siempre es entendido y valorado por las empresas que les contratan. La mayoría de las veces solo se les valora y se les recompensa por las ventas que realizan, no por las que provocan. Ni mucho menos por la información que transmiten aguas arriba a sus representadas. Y, sin embargo –en mi opinión- esa información vale su peso en oro.
Muchos de los disgustos que se llevan las empresas proveedoras en cuanto a morosidad, mala colocación en el punto de venta, desposicionamiento en precios y otras infidelidades e inconsistencias serían evitables si contasen con los datos que manejan los agentes comerciales que les representan, al menos los que participaron en nuestra mesa redonda.
Nadie mejor que ellos para detectar amenazas y oportunidades, nadie más cerca del cliente, de sus expectativas y circunstancias particulares, nadie que conozca mejor las prácticas de la competencia, lo que se vende y lo que se llena de polvo en las estanterías. Nadie, en fin, con más argumentos para defender los elementos diferenciales de un producto o una marca ni nadie que sepa elegir mejor la llave adecuada para abrir las puertas más difíciles.
Que tal arsenal de armas sea tan poco apreciado, valorado y aprovechado por las marcas me llama poderosamente la atención, pero puede ser que me haya dejado llevar por su simpatía, su buena disposición a compartir experiencias o, simplemente, porque en la mesa redonda del otro día solo estuvieron los mejores de cada casa.
¿Usted qué opina?, querido lector.
Sin duda alguna
Grandes marcas cuentan con equipos de agentes comerciales
Muchas gracias, Juan Manuel por los elogios que haces a nuestro gremio y comparto todos tus comentarios, pero hay que reconocer que todas esas virtudes que realzas, siendo objetivo no siempre se cumplen, pues la perfección no existe en ningún gremio, pero si hay que luchar por que se cumplan esas y muchas más