Hace un año aprovechaba este mismo espacio para homenajear a los finalistas del IV Premio Txema Elorza a los valores humanos y profesionales en el sector de ferretería y bricolaje; ahora lo hago para rendir tributo a los finalistas de la quinta edición: Antonio Cordero, Bernardo Pons y Fernando Leonardo. Tres profesionales, pero sobre todo tres personas, que nos reconcilian con lo mejor del ser humano: la generosidad, la solidaridad, la afectividad, la honradez, el esfuerzo y el espíritu de sacrificio, entre otros valores, que hacen que lo profesional y lo personal sean las dos caras de la misma moneda que encarna al ser humano.
“Para ser buen profesional hay que ser primero buena persona”, me decía no hace mucho Antonio Cordero. “Siempre he procurado ayudar a mis clientes y a mis empleados; si no lo hacemos los que estamos cerca quién lo va a hacer”, Bernardo Pons. “Yo no partí de cero en mi vida profesional, sino de dos metros de profundidad”, Fernando Leonardo. En estas frases y en las semblanzas de los tres, encontramos ejemplos que nos ayudarán a reflexionar sobre aspectos como la importancia de mantener la coherencia entre lo personal y lo profesional, los réditos que produce siempre la generosidad o que lo importante no es de dónde partimos sino nuestro esfuerzo y nuestra visión de futuro.
En un país y en un sector donde el engaño, el fraude y las malas prácticas comerciales surgen como setas en otoño y la mala educación, la chulería, la prepotencia y la desfachatez cotizan al alza, personas como Antonio, Bernardo o Fernando son el contrapunto que te reconcilia con el ser humano y con tu trabajo diario. Cualquiera de los tres merece el V Premio Txema Elorza y los tres merecen nuestro respeto, nuestro cariño y nuestra admiración; por ser buenos profesionales y mejores personas.
Realmente, he podido comprobar que en los Premios de la Fundación Txema Elorza se respira un aire de fraternidad que hace emocionarse.
De las personas finalistas solo puedo decir que “chapó” por ser como son, luchadores, amigos de sus amigos, de su familia y sobre todo buenas personas.
¡Enhorabuena a los tres!