He pasado las dos últimas semanas recorriendo el país a golpe de acelerador. Escuchando de primera mano las expectativas de decenas de empresas, compartiendo sus necesidades de comunicación, intercambiando puntos de vista sobre el mercado de ferretería y bricolaje. Incertidumbre y oportunidad son las dos palabras más repetidas por mis interlocutores, con las que coincido plenamente.
En los más de tres mil kilómetros recorridos he visitado ferreterías, centros de bricolaje y sedes de proveedores -fábricas y almacenes- y en todas partes he visto profesionales luchando por mantenerse en el mercado, unos con más voluntad que acierto, otros con voluntad y acierto repartidos, los menos esperando que escampe para salir del refugio. Todos con necesidad -aunque algunos no sean consciente de ello- de transmitir al mercado lo que hacen, sus valores diferenciales y su contribución al desarrollo del mercado.
Entre los que más me han llamado la atención, Control Integral, empresa tecnológica que en su momento decidió especializarse en el canal de ferretería y que ofrece los sistemas más ajustados a la idiosincrasia del canal tradicional; fischer, con su cruzada para involucrar a la distribución especializada en la divulgación y venta de las fijaciones más técnicas y avanzadas; Entidad Maya, con su apuesta por las marcas de mayor calidad e innovación y aportar valor a la ferretería; ATB, con su plan estratégico en el que la formación de sus asociados, el foco en el consumidor y el compromiso con los fabricantes de primera línea componen un cóctel ganador; y Panter, modelo empresarial que encajaría con nota en el tejido industrial alemán, japonés o americano y que transmite amor por lo que hace.
Vuelvo al despacho con nuevas experiencias acumuladas, interrogantes a los que dar solución y más ganas que nunca en servir y dar satisfacción al canal de ferretería y bricolaje en todo lo relacionado con el cada vez más complejo mundo de la comunicación interempresarial.
