El pacto de socios probablemente sea uno de los elementos más importantes en la constitución o en la vida de una sociedad. En él deben regularse las normas básicas de convivencia interna entre los socios de la compañía, donde se contemplen desde la entrada de nuevos socios hasta la prevención o resolución de problemas en el seno de la sociedad. No son obligatorios por ley, pero de este pacto pueden depender la estabilidad e incluso la supervivencia de la empresa.
Con la tendencia creciente de la industria cárnica, ni las nuevas empresas ni las que ya cuenten con experiencia en el sector pueden ser ajenas a este pacto de regulación básico entre socios. Las casi 3.000 pequeñas y medianas empresas que operan en la industria en España deben tener entre sus principales preocupaciones la de crear o adaptar el pacto interno que siente las bases de la convivencia entre los socios de la compañía.
¿Qué debería regular el pacto de socios?
Aunque este acuerdo suscrito entre socios esté enfocado principalmente a la resolución de posibles conflictos internos, no hay que olvidar que, de forma más o menos directa, una regulación interna de las relaciones entre socios puede determinar futuras ventajas para la empresa. Entre ellas, proyectar una imagen de empresa solvente y bien estructurada ante futuros inversores, aspecto que cobra mayor importancia para las empresas cárnicas, que operan en un sector saneado y con perspectivas de futuro en el que los inversores han puesto sus ojos.
De tal forma que, habitualmente, en los pactos de socios se suelen establecer la entrada y salida de socios de la compañía, las normas internas destinadas a configurar la toma de decisiones o la resolución de conflictos y otros aspectos más concretos como detallar las funciones de los socios o las cláusulas de no competencia. Concretar el contenido del pacto requiere tiempo y responsabilidad a fin de garantizar que todos los socios de la empresa cumplan las reglas del juego.
Todo ello, con la eficacia de cualquier acuerdo del ámbito mercantil o civil, en el que el principio de autonomía de la voluntad entre las partes firmantes del acuerdo convierte en vinculantes, una vez respetados los contenidos legales básicos, aquellas estipulaciones que los socios hayan establecido en ellos.
Las obligaciones fijadas en este documento deben ser cumplidas por aquellos que lo firmaron, de forma que estos queden sujetos a lo establecido en el acuerdo, por lo que en principio no tendrá eficacia frente a terceros.
Cómo formalizar el pacto de socios
Debido a que el pacto de socios no es un acuerdo típico, es decir, no está regulado por ningún precepto legal, no existe como tal un modelo o unos requisitos básicos que obligatoriamente deban acompañar al documento. Así que lo más recomendable es diseñar un documento que tenga en cuenta las especificidades del sector de la carne y la naturaleza de nuestra empresa cárnica.
Así las cosas, para que el pacto goce de eficacia entre las partes debe ser un documento, firmado por todos los socios, donde se detallen aquellos aspectos que quedan bajo su regulación y que, como ya se indicó, pueden ser tantos como los socios o los responsables de elaborar el documento deseen o crean más conveniente para el funcionamiento interno de la empresa.
La eficacia jurídica del acuerdo nace desde la firma del propio pacto, por lo que no se exige elevarlo a escritura pública mediante notario, lo que diferencia claramente este acuerdo de los estatutos de la sociedad. No obstante, aunque no sea necesario, nada impide que el documento pueda elevarse a escritura pública.
Por último, en caso de que los socios quieran modificar el contenido del pacto, deberán formalizar un nuevo acuerdo entre los socios firmantes.
