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La tercera revolución tecnológica del sector agropecuario

En los años 60 y 70 del siglo pasado se produjo la primera revolución verde con la mejora de especies en el campo de agricultura y la ganadería, a esta le siguió la segunda revolución con la manipulación genética sobre todo de cultivos para aumentar la producción y evitar plagas. Y estamos siendo testigos de una nueva revolución, la tercera en el sector agropecuario, basada en el uso de nuevas tecnologías que son capaces de transformar datos en información para mejorar los rendimientos agropecuarios y quizás sea la solución para asegurar el abastecimiento de alimentos a una población mundial que no para de crecer.

Estamos empezando a ver como el uso de sensores de precisión, drones, satélites…, están favoreciendo el uso más eficiente de terrenos de cultivo.  Estas tecnologías permiten cultivar de manera inteligente obteniendo datos muy precisos de las características del suelo, de la humedad en distintas zonas, la presencia de malas hierbas…, lo que facilita saber el momento óptimo de siembra, un uso más inteligente de fertilizantes y pesticidas, el uso de maquinaria de un modo más preciso y como resultado, mejores rendimientos de los cultivos. Además esta información puede llegar literalmente al bolsillo del agricultor, a su teléfono inteligente, que es capaz de advertirle en tiempo real de cualquier posible problema.

Con mis colegas veterinarios y científicos que organizamos el grupo de trabajo sobre el uso de nuevas tecnologías en ganadería.

La ganadería tampoco se está quedando atrás. El sector del vacuno de leche ya utiliza sensores para detectar cojeras, también se puede medir si ingesta, el tiempo de rumia, su actividad o la geolocalización de animales de manera individual. Todo esto ayuda a detectar problemas de salud que afectan negativamente al bienestar animal y la productividad, incluso antes de la aparición de síntomas clínicos. Y esta información precisa y en tiempo real facilita que el ganadero y su veterinario actúen a tiempo para evitar males mayores. El análisis y la triangulación de esos datos también permite la creación de algoritmos que pueden ser de gran ayuda para predecir rendimientos, identificar animales con mejores potenciales genéticos que puedan ayudar a mejorar la salud, el bienestar animal y por consiguiente los rendimientos productivos.

Llevo tiempo interesándome por el potencial que todas estas nuevas tecnologías de sensores, el internet de las cosas o el análisis de datos pueden tener para conseguir un sector agropecuario más sostenible, donde se pueda reducir el uso de pesticidas o antimicrobianos protegiendo mejor el medio ambiente y a los consumidores, aprovechando mejor el uso de piensos y de este modo reducir la huella medioambiental, mejorar la salud, el bienestar animal y los rendimientos.

Por ello hace unas semanas organice un grupo de trabajo en la ciudad de Edimburgo donde invitamos a expertos en nuevas tecnologías, granjeros, veterinarios, universidades y centros de investigación para ver como explotar estas nuevas tecnologías y mejorar la sanidad y el bienestar animal, la productividad y la inocuidad de los alimentos.

Asistentes al grupo de trabajo sobre la aplicación de nuevas tecnologías en el sector de la ganadería.

Todo ello no solo puede tener un efecto muy positivo reduciendo el uso de antimicrobianos o mejorando el índice de conversión de piensos sino incluso permitir un sistema de control oficial en mataderos que esté basado en una mejor información de la granja sobre la vida y el historial clínico de esos animales, facilitando de este modo unas inspecciones mejores y más eficaces que proporcionen mejor información al ganadero y por tanto le permitan implementar mejores planes de sanidad animal. En definitiva crear un ciclo de información que ayude a la mejora continua de la sanidad animal y de la productividad.

Esa información también puede seguir a lo largo de la cadena alimentaria y llegar al consumidor, para darle garantías de que esos productos de origen animal provienen de animales sanos y con un buen bienestar animal.

Algunos de los descubrimientos son fascinantes, por ejemplo se está consiguiendo desarrollar un algoritmo que puede predecir la futura conformación de la canal de un cordero en base al movimiento y comportamiento de la oveja con ese cordero recién nacido durante las primeras 24 horas de vida. Esto permitirá al mismo tiempo identificar a las mejore madres y crear líneas genéticas mejores.

Con los resultados de este grupo de trabajo tengo pensado sacar a concurso un proyecto para realizar uno o varios proyectos pilotos en los que usando estas nuevas tecnologías en granja y analizando los datos ver que conocimientos se puede extraer para el beneficio del ganadero, el sector de la carne en general, el control oficial y los consumidores. ¡Os mantendré informados!

 

 

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Pablo
Pablo
19/10/2017 08:15

Hay mucho potencial, muchas granas y recursos disponibles. Con pequeños pasos y éxitos contrastables se podrá ir implicando cada vez más a la Administración. Gracias por la iniciativa Javier y sí, mantennos informados.

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