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Ley contra la morosidad, mojada y olvidada

Por Javier BarrioDirector comercial del área de Ferretería y Bricolaje

En la primera quincena de julio de 2010, como ahora, las únicas noticias sobre nuestro país positivas llegaban del ámbito del deporte; el 5 de julio Rafa Nadal consiguió su segundo Wimbledon y pocos días después la selección de fútbol se proclamaba por primera vez campeona del Mundo en Sudáfrica.

Justo entre las dos fechas el BOE promulgaba la Ley 15/2010 de 5 de Julio que el gobierno de Zapatero ponía en marcha para luchar contra la morosidad en las operaciones comerciales. La medida ejemplifica a la perfección lo que significó la última etapa del último mandato socialista: loables objetivos lastrados por la inacción ejecutiva y la ausencia absoluta de implementación. La ley entendía que “la crisis económica había provocado un aumento de impagos, retrasos y prórrogas en la liquidación de facturas vencidas que afectaba especialmente a la pequeña y mediana empresa por su dependencia del crédito a corto plazo y las limitaciones de tesorería”. Suprimía “el pacto entre las partes” que siempre perjudicaba a las PYMES y creía que “la mejora de la competitividad de las mismas pondría las bases para la creación de empleo sostenible”. Se fundamentaba en establecer unos plazos de pago restringidos en el tiempo, acordes con los existentes en países de nuestro entorno, con un período transitorio que acababa el 1 de enero de 2013; a partir de esta fecha el plazo máximo de pago entre empresas sería de 60 días.

La fecha está a la vuelta de la esquina. Me asalta la carcajada. Acabo de hablar con un proveedor a quien una gran superficie de bricolaje alemana pretende pagarle a 270 días y que dice que el plazo con los franceses de turno se va a los 130 días. Toda nuestra legislación es papel mojado y el ejecutivo de Rajoy no ha movido un dedo por activar una medida que ayudaría a nuestros empresarios a obtener liquidez en una época en que los bancos tienen cerrado el grifo del crédito. La parálisis, en lo que verdaderamente importa, también es moneda común del gobierno popular.

El precepto contra la morosidad se convirtió en una ley tan porosa como fútil. Los plazos para la administración pública eran más holgados y ésta fue la primera en no predicar con el ejemplo. ¿Cuántas empresas pequeñas se han ido al garete por la demora en los pagos de la administración? ¿Cuántos españolitos al paro? Tampoco aclaraba las medidas coercitivas. ¿Se atreverían esas empresas alemanas o francesas a presentar una plantilla semejante a un proveedor dentro de su territorio nacional? ¿Por qué en Estados Unidos vas a la trena en un mes si presentas un cheque sin fondos y aquí nuestra justicia ve el caso con años de retraso? ¿Dónde está la inspección? ¿Merece la pena hacer la vista gorda con las pocas empresas que crean puestos de trabajo en España? ¿Compensa la descapitalización nacional? ¿Cuantos miles más de parados podemos asumir? ¿Puede un país tener un futuro digno sin profesionales cualificados?

De la situación se lucran sobre todo las multinacionales del ramo que cobran al contado y pagan cuando quieren. Cada vez más sus beneficios tienen menos que ver con su negocio de compra y venta y más con sus apuestas financieras. Así pueden seguir abriendo tiendas con el dinero de los proveedores. Fiscalizar esos contratos en ocho o diez sectores macroeconómicos supondría inyectar liquidez en un sistema exhausto y poner a trabajar una ley que también ha acabado en el paro. ¿Por qué no se hace nada?

Vaticino un provenir lúgubre en el que una casta única de financieros y políticos  legisla sin piedad para proteger sus intereses y se alían con las transnacionales para depredar y expoliar a Pymes y trabajadores: los invisibles que claudican a través de sus impuestos.

 

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Ferreteria y Bricolaje
Ferreteria y Bricolaje
17/12/2012 09:12

Lo que esta claro es que nuestro modelo económico por más que digan deja bastante que desear a ver como hacemos frente a esta nueva etapa, por cierto, muy interesante el articulo de “Queremos ser nórdicos”.

Pelayo El Conquistador
Pelayo El Conquistador
14/12/2012 10:44

Estimada Felicidad, olvidas un punto muy importante. La mayoría de estas grandes cadenas, ( yo si que voy a dar nombres) ,como son Leroy Merlin, Aki, Bricodepot, Bauhaus, Bricorama, Alcampo, Carrefour y un largo etc, pertenecen a grupos franceses y alemanes. Esos países que nos piden que nos apretemos los cinturones, que no se cansan de usarnos como mal ejemplo, esos que nos exigen políticas que están ahogando a los de siempre. Es evidente que uno de los principales problemas de nuestras empresas es la liquidez y la falta de financiación y si se cumpliera la ley de morosidad este problema desaparecería para la mayoría de ellas y ellas si que serian generadores de empleo. Esas condiciones de pago que presentan a sus proveedores en este país, como bien dice Javier son constitutivas de delito. En los países de origen no se atreverían a presentarlas a un proveedor. Yo he sido testigo directo como una de las más grandes de la distribución del sector en Francia intentaba imponer unas condiciones de pago por encima de las que marca la legislación y como con una simple llamada entre asociaciones de fabricantes y distribuidores bloquearon todos a una los pedidos de ese… Leer más

Jorge Arizcun de FERRETERIA NSV
Jorge Arizcun de FERRETERIA NSV
13/12/2012 16:49

Hola Javier. He leído tu último post sobre la ley de morosidad y quería compartir contigo el que GRUPO NSV posteó al respecto en agosto de este año, con el título: “Queremos ser Nórdicos”

http://grupo-nsv.blogspot.es/1344321563/queremos-ser-nordicos/

Felicidad
Felicidad
13/12/2012 15:04

Muy parcial tu criterio, creo que te olvidas de varios factores cuando hablas de cobrar al contado y pagar “cuando quieren”. Primero el coste del stock, con productos con rotaciones cercanas al año, el coste de las instalaciones y los espacios, las inversiones, los salarios, pues las grandes superficies son intensivas en mano de obra (que se paga de contado), el pago de tasas, impuestos, del IVA, etc. Estas superficies que tanto criticas son motores para la creacion de empleo y riqueza en la localidad donde estan emplazadas. Y para el proveedor un seguro de cobro, aunque sea aplazado. No es lucro todo lo que reluce. Eso sin dejar de considerar que todos apreciariamos una ley y un estado que garantizara unas formas de pago razonables, europeas y ejemplares, y un cumplimiento estricto de la legalidad, pero en todo.

Alfonso
Alfonso
13/12/2012 11:58

..a los 3 días de intentar convencer a mis clientes de la bondad de esta nueva ley (creo que sin régmen sancionador), tiré la toalla..espero que cuando salgamos de esta época de crisis , podamos comprobar que lo mejor para los negocios es “ir al día” con pagos y cobros..

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