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Un problema y se llama 2%

Un negocio es básicamente la obtención de parné a cambio de la venta de productos o algún servicio necesitado por un ávido cliente. Parece fácil ¿verdad?, pero en el caso de un taller de reparación no es empresa sencilla. La consultora Audatex aseguró en su informe que sobraban casi el 40% de los 47.000 talleres que se estimaban en España. Así que el panorama no pinta demasiado bien para algunos establecimientos independientes y multimarca.

En torno a 5.000 de esos negocios se dedican a cambiar neumáticos. La mitad de ellos están asociados a redes y programas de fabricantes, y el resto sobreviven independientes con el exiguo margen de beneficio que deja el neumático, en una constante cuesta abajo.

Sumamos el hecho de más de tres millones y medio de neumáticos al año sin declarar legalmente, lo que supone una evasión de impuestos de unos cinco millones de euros, además del correspondiente problema medioambiental y una directa estafa al consumidor. Entre un 15% y 18% de los neumáticos importados no están siendo declarados, no pagan la ecotasa pero sí pasan al distribuidor repercutiendo el impuesto hasta el consumidor. La situación ha supuesto, según CETRAA, un aumento de los talleres ilegales hasta el 20%, que realizan el mismo porcentaje de las operaciones totales.

Estos negocios fraudulentos se saltan el permiso requerido para la actividad, el cumplimiento de las normas medioambientales e incluso la seguridad de los propios empleados. Además de partir con la favorable ventaja competitiva que supone no declarar el ecovalor  frente a sus competidores.

Si hago el cálculo, una tasa de 1,3 € sobre un neumático cuyas medidas comunes pueden ser 205/55/16 y que se puede comprar por 70€, el ahorro supone en torno al 2%. La estafa no alcanza las cifras millonarias de CiU campando por la Generalitat, pero no está mal como punto de partida para un nuevo negocio ilegal entre los neumatiqueros. Parafraseando al President Maragall, “tenemos un problema del 2%“.

Así que toca denunciar las malas, fraudulentas y anti-ecológicas prácticas. Y dirigirnos a la autoridad competente o una sala de denuncia de la propia confederación de talleres.

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