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El factor humano

Por Aitor Peña

La semana pasada asistí a la presentación del Triángulo de la Seguridad que organizó CETRAA (Confederación Española de Talleres de Reparación de Automóviles y Afines) en colaboración con las marcas Bosch, Monroe y Michelin. Allí la directora de la DGT – de manera decidida firme y sucinta- destacó la importancia de tres componentes del automóvil esenciales para la seguridad vial: amortiguadores, frenos y neumáticos.

Compañías líderes en fabricantes de recambios dedican un extraordinario esfuerzo en ingeniería, tecnología e investigación estratégica para la seguridad del automóvil. Hugo Ureta, director de relaciones institucionales de Michelin, Ricardo Olalla de Robert Bosch y Egoitz Goiricelaya por Tenneco, fabricante de la marca Monroe, coincidían en un claro mensaje a los medios de comunicación para concienciar al conductor del mantenimiento responsable de su vehículo en este eje de componentes básicos para la seguridad.

Pero María Seguí no se dispersó  en demasiadas cifras y apuntó  que la mayoría de los accidentes de tráfico se producen en la franja horaria diurna de 8 de la mañana a 8 de la noche entre lunes y jueves. Allí donde todos nos desplazamos al trabajo, llevamos a los niños al colegio o nos acercamos al mercado, en fin, los quehaceres diarios. Sin embargo, los sistemas de frenado, sus pastillas, los amortiguadores, alternadores, limpiaparabrisas, filtros, sensores de aparcamiento y el desgaste del neumático son los mismos que nos acompañan en largos trayectos de recreo. Los fabricantes han hecho sus deberes, y parece pues que entre los errores de la conducción gana terreno el factor humano: la distracción, escasez de sueño, exceso de velocidad e imprudencia.

Aún falta mucho para que el avance tecnológico engulla al ser humano, y a pesar de los esfuerzos en desarrollo científico y apuestas en I+D+i, el hombre sigue siendo determinante en cada uno de sus aspectos cotidianos. Los coches circularán guiados, aparcarán solos, aconsejarán el frenado, incorporan fuentes eléctricas, hidrógeno pero aún falta que HAL-9000 nos lance a deslumbrantes viajes, y las ciborg invadan el planeta.

También aprovechamos el café en un receso para saludar a Katia Torralbo, Sinforiano Gallo, Mª Carmén Antunez, Cynthia Fernández  y otros colegas del sector. Aunque no vayamos de espías como en la novela de Graham Greene, el factor humano seguirá siendo determinante ante cualquiera de nuestras actividades.

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